Introducción

Una investigación realizada por ONG Forbidden Stories y Amnistía Internacional reveló que en por lo menos 50 países más de 50.000 teléfonos pertenecientes a activistas, jefes de Estado y periodistas, se cree, eran potenciales objetivos de espionaje a través de Pegasus, un spyware que durante años se ha vendido a Gobiernos de todo mundo y que fue creado para combatir el terrorismo y el crimen. Rápidamente el caso tomo relevancia al ser considerado como uno de los más grandes escándalos de espionaje a nivel mundial.

¿Cómo funciona?

Fabricado por la empresa de tecnología israelí NSO Group, es considerado por expertos como el malware más poderoso que se ha desarrollado hasta ahora, se sabe que Pegasus llega hasta un teléfono por medio de mensajes de texto, y aunque se ha documentado que en muchos casos la víctima hizo click sobre un enlace que descargó el malware, sus fabricantes han creado una modalidad conocida como “cero click” con la cual no es necesario que el usuario realice ninguna acción para que para que el dispositivo se infecte.

¿A qué información puede acceder?

Lo que puede lograr es muy interesante, estas son algunas de las cosas que puede recopilar:

• • Registro de mapas geográficos digitales del usuario, muestra las rutas frecuentes, predice sus posibles rutas futuras tras elaborar un horario estimado del sujeto investigado.
• • Elaboración de un cronograma diario de actividades, con la posibilidad de predecir eventos futuros, mediante la calendarización, y tendencias.
• • Conocer información confidencial de correos electrónicos.
• • Acceso a cuentas bancarias.
• • Abrir la cámara y micrófono en el momento que se deseé.
• • Acceso a los contactos cercanos al usuario y la información que este les envía independientemente si la comunicación es cifrada.

Es natural que el Estado busque disponer de información en la continua búsqueda de propiciar la seguridad, situación que no resulta nueva ni es consecuencia de la creación de dicho software, es sabido que esto es solo una migración al terreno digital de lo que siempre han hecho los gobiernos.

Pero, cuando se pasa de buscar criminales y se comienza a enfocar la atención en individuos particulares con la intención de perseguir a la oposición o acallar periodistas se cruzan líneas con total impunidad, vulnerando los derechos del gobernado y dejando al individuo en un estado de indefensión.

¿La legislación nos protege?

Ha habido reacciones de inconformidad y con justa razón, constituye un acto ilegal que atenta directamente contra el derecho a la privacidad de los ciudadanos el cual es ilegal y puede ser castigado con multas e, incluso, con prisión.

Como señala el artículo 14 de nuestra Constitución, “nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos”.

Esta orden se debe dar considerando si se trata de situaciones que ponen en riesgo la seguridad nacional como la delincuencia organizada o el terrorismo.

El espionaje sin previa orden, al tratarse de una violación directa a la Constitución, tendría como medio de defensa natural el juicio de amparo.

Conclusiones

El espionaje no es un fenómeno nuevo o que haya nacido con Pegasus, por lo cual concluimos que el problema no es el desarrollo tecnológico, sino como es ocupado, lo que nos lleva a preguntarnos si todo tipo de tecnología debe estar al alcance de quien pueda pagar el precio, es importante cuestionarnos si así como se regula la venta de armas convencionales, químicas o nucleares se debe regular la venta de este tipo de software.